Los cuatro grandes miedos de los Jefes y sus Gerentes de Proyectos
by Harvey Cruz Girón - Master Project Manager / Master Information Systems Security
El miedo (junto con la codicia) está catalogado como uno de los motivadores más efectivos que existen. Sin importar todas nuestras buenas intenciones y lo enfocados que podamos estar en convertirnos en seres humanos con una mentalidad positiva, el miedo en algún momento de nuestras vidas nos ha conducido a hacer cosas inusuales e inesperadas.
Como consultor he tenido el privilegio de conocer durante todos mis años de experiencia, a los más brillantes e inspiradores CEOs y gerentes de proyectos a nivel local e internacional. En los últimos meses también he tenido la oportunidad de entrevistarme con diversos ejecutivos de alto nivel, en diversas industrias, y como resultado nació la idea de este artículo, donde trato de exponer las diversas personalidades que puedes encontrar en algunos líderes encargados de asignar y gerenciar recursos en importantes proyectos.
En nuestro caso entender los miedos de los jefes y los gerentes de proyectos nos ayudará a identificar las razones por las cuáles hacemos lo que hacemos, y con suerte también nos ayudará a crecer, para poder controlar estas inseguridades -nuestras y de nuestros equipos.
A continuación les presento los cuatro miedos o síndromes que en mi opinión, son más frecuentes entre los jefes y los gerentes de proyectos:
1- Miedo al fracaso del proyecto: Aún cuando todos los CEO, los Emprendedores, y los Gerente de Proyectos son personas ambiciosas, positivas y muy motivadas, que se despiertan cada mañana listos para encarar nuevos
retos, ellos algunas veces han sentido el temor de no estar rindiendo a la altura de sus competidores, han experimentado el temor infundado - o no- de no poder entregar a tiempo esa parte tan importante del proyecto, e incluso entrar en pánico al presentir -con razón o sin ella- que todo va en la dirección equivocada. Esto puede causar la toma de algunas decisiones incongruentes y generar serios problemas de salud. Y si llegara a convertirse en algo constante, seguramente generará estados depresivos-auto-destructivos. La experiencia enseña que en situaciones como esta, después de un autodiagnóstico es mejor no tomar decisiones.
retos, ellos algunas veces han sentido el temor de no estar rindiendo a la altura de sus competidores, han experimentado el temor infundado - o no- de no poder entregar a tiempo esa parte tan importante del proyecto, e incluso entrar en pánico al presentir -con razón o sin ella- que todo va en la dirección equivocada. Esto puede causar la toma de algunas decisiones incongruentes y generar serios problemas de salud. Y si llegara a convertirse en algo constante, seguramente generará estados depresivos-auto-destructivos. La experiencia enseña que en situaciones como esta, después de un autodiagnóstico es mejor no tomar decisiones.
2- Miedo a ser atacado y criticado: La política en la oficina siempre es el lado desafortunado de cualquier trabajo o negocio. Bien sea que usted sea el jefe o
un empleado, siempre es complicado navegar y lidiar con la política y sus actores. Los jefes por un lado creen que la gente a su alrededor está siempre esperando una oportunidad para confrontar su autoridad o desplazarlos de su poder, traicionando su confianza. Este tipo de gerentes siempre contratan gente menos competente. El problema es que si tú te rodeas de gente incompetente, dócil e inferior sólo para no verte confrontado en tus decisiones, y no ser reemplazado como jefe… al final terminarás no sólo perdiendo tu cargo y el proyecto, sino tu credibilidad y lo más importante: Tú auto-confianza.
un empleado, siempre es complicado navegar y lidiar con la política y sus actores. Los jefes por un lado creen que la gente a su alrededor está siempre esperando una oportunidad para confrontar su autoridad o desplazarlos de su poder, traicionando su confianza. Este tipo de gerentes siempre contratan gente menos competente. El problema es que si tú te rodeas de gente incompetente, dócil e inferior sólo para no verte confrontado en tus decisiones, y no ser reemplazado como jefe… al final terminarás no sólo perdiendo tu cargo y el proyecto, sino tu credibilidad y lo más importante: Tú auto-confianza.
Afortunadamente, y como contrapeso, hemos oído de casos donde empresarios y gerentes se sientan, y comparten con sus equipos los problemas en que se encuentran ellos o sus compañías, y han obtenido como respuesta un mayor esfuerzo y calidad en el trabajo de cada miembro del equipo, a efecto de colaborar con la consecución exitosa de los objetivos comunes, y alcanzar el éxito.
Por otro lado, todo gerente siempre intenta ser cuidadoso en su decir y en sus actos por el miedo de parecer estúpido. Alguien con este problema es fácilmente reconocido por su incapacidad de tomar decisiones en concenso con su equipo, ser introvertido, o por no hacer preguntas debido a su miedo de parecer estúpido.
4- El “síndrome del impostor”: Finalmente nos encontramos con este problema común con el que todo gerente de proyectos se inicia en su carrera -debido normalmente a la falta de experiencia.
En este caso, el gerente siente que pronto va ser “descubierto”, en otras palabras, siente el miedo de que todo el mundo descubra que es un incompetente para liderar el proyecto; Por supuesto en la gran mayoría de los casos esto ocurre sólo en la imaginación del gerente; El problema es que si este exceso de dudas personales se hace habitual o permanente, el síndrome eventualmente liderará al equipo hacia la incompetencia y el fracaso.
En este caso, el gerente siente que pronto va ser “descubierto”, en otras palabras, siente el miedo de que todo el mundo descubra que es un incompetente para liderar el proyecto; Por supuesto en la gran mayoría de los casos esto ocurre sólo en la imaginación del gerente; El problema es que si este exceso de dudas personales se hace habitual o permanente, el síndrome eventualmente liderará al equipo hacia la incompetencia y el fracaso.
Todos lidiamos con nuestros propios temores y miedos cada día... no hay excepción. Pero considero que la mejor manera de manejarlos es a través de la comunicación con nuestros mejores amigos y mentores, gente que ya ha experimentado la misma situación, personas que positivamente nos guiarán u ofrecerán consejo y soporte durante esos momentos donde el camino se torna oscuro.